Uma viagem inesperada rumo ao amor verdadeiro
údio era mui
stava vestindo uma camisa branca limpa
e e, na época, estava ocupad
lêncio e ordenou: «Amanhã, recuperar os f
a cabeça e disse re
hesitou um pouco: «Senhor,
n... é bem diferente das
foi o mordomo q
e olhos claros e parecia
man, ele não falou muito, e tudo o que ele pedi
dava a mínima para r
Chapman teve duas mulheres mortas, foi difícil encontrar uma mulher que nã
ue o Sr. Chapman ignor
: «Ele não consegue nem passar em um teste tão simples.
este foi um t
ia cada vez que via Fabián naquele traje, sem fal
uían así, ¿cuándo exactamente encontra
preoc
onó el timbre de
llamó al timbr
o, corr
nstruo en el momento en que se encendie
esapareció, sintió que
bía convertido en un psicópata después de sus
sarse con él, debía mant
udar durante mucho ti
rostro pálido, su corazón no
se de nuevo a ese rostro
arlo porque después iba a vivi
un rato y la
yordomo quien abrió la puerta, sino un niño guapo e
l vecindario, Lottie habría pensad
la vuelta y entró en el salón. Señaló e
sabía de dónde había salido el niño,
el sofá, y el chiquillo le d
aci
de agua y se fue ca
a un pequeño armario que habí
ay
queño que asustó a Lottie antes la miró con l
es que la asu
la mujer de abajo y luego a su hijo, que estaba sacando el bo
cendio de hacía cinco años y que se había vuelto excéntrico y despiadado, pero poca g
distante y silencioso, y Fabian, su segu
o a la gente con indiferencia, le había dado agua a
iss
ectante tocó la herida de su pierna, Lottie se dio cuenta de q
agua desinfectante en una mano y un bastoncillo de algodón e
istal brillaba sobre sus largas pestañas, pro
n, y sin embargo
ndó, e incluso su voz se vol
ué está
ectarle la pierna y le pu
ija
, miró a Lotti
os y no pudo resistirse a estirar la
ta el sofá frente a el
aduros para su edad. La mi
ué ha
Porque éste es m
á mi marido. Por su
inutos dedos. «¿No le tienes miedo?». Lottie
eriedad: «Le tengo miedo
arme con él, no pu
i metía la pata esta vez y hacía que Kevin perdiera
man es feo y da miedo, intent
ño que había conocido por primera vez. Probablemente ni
haber nadie con quien pudiera hablar. N
es f
tie con seriedad: «No te preocupes».
eo cuando ella lo
nte era aún joven, quizá el señor Chapman nun
«¿Tienes hambre? Te pr
ena en nada, pero er
a forma que tenía de mostrarle su gratitud
on frialdad: «Tienes media hor
ués de las ocho. Son
orrió a
ra não houvesse muitos ingredientes, to
cozinha, os dois homens lá
ê quer dizer? O
mulher: «Você está tentando impressionar meu irmão co
ho é um comedor» no
ie e seus olhos ficar
ma inexplicável sensa