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Del amor a la traición

Del amor a la traición

Justqueen

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Capítulo

Paulina es una novia dulce que ansía casarse pues lleva un tiempo comprometida, adora a su novio el conocido italiano Carlo Petrakis cuya descendencia griega le hace ser todo un adonis pero que solo tiene ojos para su adorada Paulina, las cosas van de la manera correcta hasta que Lia la hermana de Paulina hace todo lo que está a su alcance para separarlos pues desde el primer momento en que lo vio sintió un poderoso deseo por él que la ha llevado a hacer cosas impensables para conseguir tenerlo en su cama. El castillo de naipes se baraja de tal forma en que el compromiso entre Paulina y Carlo se pondrá a prueba tras las intrigas de Lia.

Capítulo 1 Preparativos

Nápoles, marzo de 2007.

Soy Paulina Portinari, tengo 23 años y nací en Nápoles, soy la hija menor aunque ello, aunque no ha sido muy fácil de llevar, pues Lia mi hermana mayor siempre busca la forma de hacer todo lo que hago como si fuese una competencia sin sentido, la quiero mucho pero eso no justifica su actitud conmigo, no saben lo que fue crecer así y que mis padres siempre la protegieran a ella sin saber muy bien el por qué pues las diferencias fueron claras desde el principio.

Anoche estuvimos en mi fiesta de despedida de soltera, la cual no fue de mi agrado, pues en realidad no la quería pero cedí ya que Lía insistió y para no pelear acepte; asistieron la hermana de mi prometido, unas amigas, mi madre y por supuesto Lía.

Hoy me siento como la mujer más feliz de todas, pues es el día más importante de mi vida, estoy a un par de horas de casarme con el hombre más maravilloso de todos, mi amado Carlo con quien después dos años de noviazgo hemos decidido dar el siguiente paso, me siento tan feliz que nada ni nadie puede opacar ese sentimiento.

Abro mis ojos lentamente recordando que día es hoy, me desperezo colocando a un lado las sábanas y hago un repaso mental de todo lo que debo hacer antes del mediodía, que es la hora en que se llevará acabo mi matrimonio, pues Carlo y yo decidimos que queríamos la fiesta afuera en el atardecer para poder pasar la mayor cantidad de tiempo posible con nuestros invitados antes de partir a pasar nuestra primera noche como marido y mujer en nuestra bonita casa.

Trabajé duro para lograr que nuestra casa quedara organizada a tiempo, me encanta pues mi novio, mi Carlo me ha dado gusto en comprar todo nuevo y dejar un par de habitaciones casi listas para el momento en que tengamos a nuestro primer hijo y luego a los demás, quiero tener varios hijos y no quiero esperar tanto tiempo, él y yo tenemos muy claro el que deseamos que nuestros hijos no se lleven tanto tiempo.

Termino de despertarme y me levanto, lo primero que hago es abrir las cortinas, pues esta será la última vez que lo haga en esta casa, ya que pronto empezaré una nueva vida, una vida como la señora Petrakis.

Mi madre entra tan solo unos minutos después con una bandeja de desayuno, estamos nostálgicas pues aunque con Lía en medio no era muy fácil llevar las cosas ahora parece que ha cambiado, ya que en los últimos días se mostró interesada en todos los preparativos para mi matrimonio, incluso me sugirió un par de cosas aunque a Carlo no le gusto nada, lo entiendo especialmente porque hace unas semanas cuando terminamos creíamos qué no podríamos seguir juntos a causa de la presión por la que estábamos pasando con todo lo que conlleva la organización de un matrimonio, la luna de miel, la organización de la casa y demás no era nada fácil de llevar, y Lía sugirió que tal vez lo mejor era no casarnos cosa que a Carlo no le gusto y desapareció casi dos días, dos días en los que no supe nada de él y no sé qué sucedió pues cuando volvió me pidió que retomaremos nuestros planes e incluso sugirió que nos fuéramos a vivir a España o Estados Unidos.

Yo me iría con él a donde sea, pero quiero que esta transición entre el noviazgo y el matrimonio sea aquí, cerca a la gente que nos quiere y que queremos, a él no le gustó pero lo aceptó y desde ahí me pidió que no le hiciera caso a los consejos de Lia.

Mi madre me mima y lloramos de la emoción solo de pensar que en unas cuantas horas mi padre me entregará en el altar y me casaré con Carlo, nos acostamos juntas unos minutos y yo adoro esos mimos, luego nos levantamos y tras desayunar juntas nos separamos, me fui a bañar y quedamos en que me ayudará a vestirme.

Aproveche para ponerme la sexy y bonita lencería que compre especialmente para este momento, sin mencionar que ayer lo que organice en la tarde pensando en que la noche de hoy será muy especial para mi a pesar de que Carlo y yo tenemos una vida íntima activa, es tan activa que en alguna ocasión a causa de ello nos hemos olvidado de el condón y aquí va un secretito, tal vez ya espero al primer Carlo o la primera Paulina pues después de nuestra reconciliación con Carlo que les mencione, esa noche fue fue tan apasionado que no tomamos precauciones y la verdad no importa pues en un par de horas seré su mujer ante Dios y el mundo.

Me miro en el espejo y me gusta como me veo, aún falta el maquillaje y peinado pero me gusta como va quedando, suspiro y me pongo la bata blanca mientras decido no tomar hoy el anticonceptivo, tal vez si no estoy embarazada hoy lo consiga.

Un rato después mi madre golpea mi puerta, me parece raro pero mi padre no está y no ha venido ni una sola vez a verme para felicitarme, no sé porqué pero siento el ambiente un poco pesado y cargado de secretos, mi madre entra a mi recamara y con ella una de mis damas de honor, quienes me llevan a la primera planta y comienzo a ponerme nerviosa pues tampoco hay rastro de Lia y el traje de mi padre que está como lo dejó anoche.

Me distraigo en medio de risas y bromas sobre el matrimonio, aparece Sara la hermana de Carlo quien me sonríe y me calma diciendo que todo estará bien, quiero llamar a mi novio pero decido esperar pues cada vez falta menos para el matrimonio; todas nos arreglamos y sigue sin aparecer Lia mi dama de honor con lo cual Sara me ayuda a ponerme el vestido tras ponerme la lencería más sexy que una novia puede usar bajo su vestido, me encanta como me veo y cómo las cosas van funcionando, estoy ansiosa por todo esto pero amo cada paso que voy dando para casarme con mi amado Carlo Petrakis.

Lía, mi hermana no aparece pero me imagino qué pasó una buena despedida de soltera por mi pues me insistió tanto en hacerla que sólo accedí a hacer un pequeño brindis muy íntimo con mis amigas, mi madre y por supuesto Lía mi hermana con lo que asumo que ella como siempre se fue de fiesta, a ella siempre le ha gustado y no disimula que adora la fiesta, en alguna ocasión fue muy explícita diciendo lo que le gusta en el sexo, en ese sentido me siento muy diferente a ella pues haga lo que haga no me gusta presumirlo aunque con Carlo me siento muy sexual y me gusta.

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