Del amor a la traición

estro primer hijo, anoche te lo iba a decir, pero estabas tan contenta con tu d

oto de los dos con el campo para la foto de nuestro primer hijo -dime ¿qué eso no es cierto? -sollozo y Bruno colo

eso sería negar a su hijo, deberías de tratarlo

a de mis padres quienes me miran tapándose la boca -sabes cuanto amo a Carlo y me hiciste esto; y tú, Carlo yo te

solo era una broma de muy mal gusto de parte d

y yo tenía que ser la siempre perfecta Paulina, pues se acabó hoy ganaron a su nieto -miró a Lia y su vientre -y ganaron a su yerno pero me perdieron a mi -mi madre solloza y mi padre guarda silencio, siempre le

mirada, solo quiero dormir y despertarme cuando todo esto se acabe, asimilar que él hombre a quien am

-inquiere tras manej

s de decidir a dónde quiero ir -, le digo sintiendo que mi vida se ha quedado sin un nor

r un lado, me gustaría que esto no hubiera sucedido nunca, pero, por el otro siento que tal vez

és me he bajado del carro con Bruno siguiéndome de manera incondicional, entró en la casa sintiendo deseos de llorar desesperadamente pues nada más hacerlo veo las cajas d

era utilizar esta noche mientras hacíamos el amor viéndonos en él, reflejando nuestra pasión, una pasión que no existe y q

pues es evidente que llevo mucho tiempo sin comer, Bruno me limpia la cara tras haberme lavado; lloro de nuevo vie

ado todo el tiempo conmigo, salimos del baño y nos sentamos en la bonita sal

aquí? ¿y sí la trae a vivir en esta casa?, eso sí que no lo soportaría, pero

biarme, ant

ás, tras momentos imparables de hacerlo como una magdalena abraz

rme este horrible vestido? -él asiente mirándome de manera tan tierna qu

fui un tonto al irme como lo hice sin siquiera insistir en que me acompañaras cuando era lo mínimo que podía hacer por la mujer

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