Del amor a la traición
odrías ir al despacho que está allá - señaló donde - mientras voy por mis cosas arriba, pero antes ayudame
sí me necesitas solo echame un grito y esta
que sería mi closet y saco algo de ropa dejando el vestido en el suelo, me pongo ropa cómoda y sacó las maletas mientras guardo algunas cosas que ten
me ayudarte a llevar tus cosas al
o - le gui
te buscando las palabras precisas para Carlo pues ahora soy yo quien deb
ar
avor entrégalos y en cuanto a esta casa: es tuya, tú
que me vea mal, es evidente que llorare y mucho pero pienso hacerlo a solas pues lo ideal sería que nunca hubiera pasado esta cruel pesadilla que fue mi relación, bueno la terminación de ella pues de cierta manera n
zo deseando recargar mis energías con su presencia. El au
ración
horas antes d
sería con unos cuantos amigos cercanos entre ellos Marco, su fiel e incondicional escudero c
minar" con Pau? - inquiere viendo la preocupación de su mejor amigo - sabes que a mi
erebro - amo a mi mujer porqué para mi Paulina es eso, Pau es la mujer que más he amado en mi vida y la única con quien quiero estar el resto de ella; - su amigo asiente - recuerdo que tras salir de la cas
- le anima
la que fui, no sé como pero sabia de mi ruptura con Pau y dijo que haría todo para ayudarme, no le creí pero no tenía nada que perder y sí mucho por ganar,
historia muchas veces antes pues es el único tema
habíamos revolcado y que yo era su primer hombre - bufa - patrañas, a su eda
uro pero debes hacerlo, la bruja puede decirle las cosas como no es, además está
ía simplemente decirle a Paulina que no la quiero cerca de su herma
er muy dulce, tal v
rlo no va a poder hacerlo, es más - da un nuevo sorbo a su trago - podría
u lo
as fusiones con empresas americanas, quiero que nos vayamos una larga temp
ntaré seguir buscando información de lo
a para llevarla a pasar su última noche como novios antes de ser esposos a su yate, al hacerlo se topa con que aún no han llegado de la despedida de soltera y
er a tus chantajes e insinuaciones - se altera
r mientras la suelta - sí Carlo estoy esperando un hijo tuyo, no es
o no es mío, nada ni nadie me lo garantiza - decl
inquiere una voz
mbarazada, tengo cuatro semanas y exigo que Carlo me responda, creo que Paulina no merece esto y menos mi hijo. Mi hijo no debe ser
to a lo del embarazo de ser así exijo que le respondas a
protege tanto a Lia cuando Paulina es la única que siempre
mpo de gestación, Carlo se lleva la mano a la cabeza sin dejar de maldecir su suerte, no puede creer que faltando tan poco para conseguir cumplir su sueño de casarse con la mujer de su vi
a fiesta de despedida no tiene sentido pues siento que no estoy perdi
matrimonio, mira su reloj y ya son casi las seis de la mañana y aún no tiene noticias de Lia y de su hijo, Gonzalo le lleva un café mientras se sienta a su lado para ten
a Paulina que lo qué más deseabas era casarte con ella y tener una bonita familia y mira cómo ha resultado - Carlo